Una empresa del sector básico industrial de defensa, con más de 1500 empleados, se enfrentaba a retos empresariales específicos. Entre ellos, la identificación de los servicios esenciales para la continuidad operativa, la complejidad de la elaboración de un plan de continuidad de las actividades y la puesta en marcha de una estrategia de comunicación para mantener informadas a las partes interesadas, al gobierno y a los clientes.

Para abordar estos retos, se emplearon una serie de actividades de GRC basadas en la norma ISO 22301. El resultado, tras el establecimiento de un plan para probar, perfeccionar y actualizar el Plan de continuidad de las actividades, ¡resultó muy beneficioso para la empresa!

La organización puede ahora identificar de forma proactiva los impactos de las interrupciones operativas y tiene la capacidad de restablecer las operaciones tras incidencias o emergencias. La confianza dentro de la organización ha aumentado gracias a la mejora de las estrategias de comunicación y cumplimiento, junto con el establecimiento de una arquitectura resiliente y segura.