Liberar sinergias con la gestión integral de riesgos
En estos tiempos complejos, las organizaciones se enfrentan a múltiples riesgos que exigen un enfoque holístico e integrado. La Gestión Integral de Riesgos (IRM, por sus siglas en inglés: Integrated Risk Management) se presenta como una estrategia destinada a unificar las diferentes disciplinas de gestión de riesgos, fortaleciendo la capacidad de la organización para resistir diversas amenazas.
IRM representa un cambio de paradigma en la gestión de riesgos, superando los enfoques tradicionales aislados y creando un marco más cohesivo (o al menos alineado). Básicamente, IRM armoniza la gestión de riesgos en áreas como la ciberseguridad, la continuidad del negocio, la privacidad/protección de datos, la gestión de riesgos empresariales y otros ámbitos. Pero antes de ver el panorama completo, es importante comprender los componentes principales de este enfoque.
La ciberseguridad es crucial para proteger a las organizaciones de una variedad de amenazas digitales. La gestión del riesgo en ciberseguridad busca controlar el riesgo de comprometer la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información. Esto requiere una actitud proactiva que involucra tecnología, procesos y personas, creando un sólido mecanismo de defensa. Así, permite a la organización determinar qué controles de seguridad deben priorizarse para mejorar la prevención, detección y respuesta a las ciberamenazas.
La Continuidad de Negocio, que actualmente evoluciona hacia la resiliencia organizativa, implica realizar evaluaciones de riesgos y aplicar medidas preventivas. Además de las medidas preventivas, son cruciales las estrategias de recuperación y contingencia, así como pruebas periódicas para asegurar la persistencia de operaciones críticas ante interrupciones.
La privacidad/protección de datos es fundamental para que las organizaciones cumplan con las normativas nacionales e internacionales y las expectativas de las partes interesadas en cuanto a la protección de datos personales. En este ámbito, la gestión de riesgos evalúa las prácticas que pueden suponer un alto riesgo para los derechos y libertades de los titulares de los datos personales.
Por último, aunque IRM puede abarcar más áreas de riesgo, la Gestión del Riesgo Empresarial (ERM) es fundamental para proporcionar una visión transversal de los riesgos a nivel corporativo. No solo aborda los riesgos financieros, sino también los operativos, estratégicos, de reputación y de cumplimiento.
El principal valor añadido de la Gestión Integrada de Riesgos radica en las sinergias obtenidas al alinear e integrar diversas prácticas de gestión de riesgos. Al eliminar los enfoques aislados y promover la colaboración entre la ciberseguridad, la continuidad del negocio, la privacidad/protección de datos y la gestión del riesgo empresarial, cabe esperar que la organización consiga:
- Visión holística de los riesgos: IRM proporciona una visión completa e integral de los riesgos, permitiendo a las organizaciones entender y gestionar los riesgos en diversos ámbitos de manera coordinada.
- Asignación eficiente de recursos: optimiza la asignación de recursos, evitando redundancias y garantizando que los esfuerzos se centran en los riesgos más críticos.
- Mejor toma de decisiones: mejora la toma de decisiones al proporcionar una comprensión más completa de la naturaleza interconectada de los riesgos, permitiendo decisiones informadas y estratégicas.
- Fortalecimiento de la resiliencia: aumenta la resiliencia de la organización al considerar y prepararse para posibles interrupciones de diversa procedencia, como amenazas cibernéticas o interrupciones que afecten a la continuidad de la actividad, entre otras.
- Mejor colaboración: fomenta la colaboración y la comunicación entre diferentes departamentos y equipos, eliminando compartimentos y promoviendo una comprensión compartida de los riesgos.